sábado, 19 de noviembre de 2011

Wach

Hoy me preguntaba cuánto de mío hay en este cuerpo. Sucede que me veo formado enteramente por retazos robados de mentes antiguas y ajenas. Ya no sé qué es mío y me creo un ladrón que no merece la pena.

Pero puede que no, que no sea así y yo no sea una marioneta inerte. Tal vez estuve en blanco toda mi vida como este papel hace algunos momentos, esperando nutrirme de esas tintas que veo tan ciertas. Tal vez sólo esperé y tomé lo que me perteneció desde un pasado tan remoto que ignoro. Tal vez fue la misma pena traidora la que nos atacó a mí y a estos hombres. Tal vez debería dejar de pensar un rato.
Sigo hablando como idiota.

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