viernes, 23 de diciembre de 2011

A quién le hablás pelotudo.

Ahora cae otro día y pienso
que se levanta penoso
como el de ayer

y mañana
también va a caer
y a levantarse
como hoy y ayer.

porque nadia cambia
sólo yo cambio
y es por eso
que todo cambia

como ayer, como hoy
no se levantará un mañana

lunes, 28 de noviembre de 2011

Muerte maldad

No espere con estos versos conocer de mis penas o amores prohibidos,
no espere hallar un puente directo a heridas sangrantes,
ni poder sumergirse en pensamientos ocultos.


El poema será esa trampa perfecta,
será instrumento y voz que lo aleje de mi mente.
Así como lo hace conmigo.





No estoy bien

Últimamente me encuentro sumergido en una depresión que, francamente, me ahoga. No es como las otras tantas que me atacaban durante un descuido nocturno, no, esta es como una herida profunda y constante que se mantiene latiendo.

No sé qué va a pasar con mi vida, soy un mediocre en todo lo que me apasiona y ni las notas de Charly parecen calmarme (esas que tanto me ayudaron de salir del pozo). Estoy haciendo cosas que hace unos meses nunca habría hecho y, pese a haber solucionado problemas antiguos que me atormentaban, me siento peor que antes, me revuelco en un lodo demasiado oscuro como para distinguir lo que se avecina.

quiero quedarme acurrucado llorando para siempre, por qué hablo como un pelotudo?

sábado, 19 de noviembre de 2011

Hoy

una pena me ha encadenado el pecho
y te nombra en todas las estrellas
ha trazado heridas con la forma de tu boca
y a plena luz del día, la noche se me filtra
¡cuánta soledad! ¿quién ha hecho una hoguera de mí?

la esperanza se ocultó
con mis lágrimas que no digo
perdidas entre el silencio
y la fuga rutinaria de las cosas

Wach

Hoy me preguntaba cuánto de mío hay en este cuerpo. Sucede que me veo formado enteramente por retazos robados de mentes antiguas y ajenas. Ya no sé qué es mío y me creo un ladrón que no merece la pena.

Pero puede que no, que no sea así y yo no sea una marioneta inerte. Tal vez estuve en blanco toda mi vida como este papel hace algunos momentos, esperando nutrirme de esas tintas que veo tan ciertas. Tal vez sólo esperé y tomé lo que me perteneció desde un pasado tan remoto que ignoro. Tal vez fue la misma pena traidora la que nos atacó a mí y a estos hombres. Tal vez debería dejar de pensar un rato.
Sigo hablando como idiota.

También me duele

Hay momentos en que

la espada tenaz de una pena

te desgarra y atraviesa el pecho,

tanto te atraviesa  que

al mío mismo llega el filo

concha puto toro

jueves, 10 de noviembre de 2011

Recortes muertos 15

Sucede que hay días en que, aunque el sol esté presente,

la noche se me escurre entre las paredes del cuarto
y lo envuelve todo como un beso.

Sucede que los recuerdos son espadas que me atraviesan
y tu nombre me llena y rebalsa oscuro de mi boca.


Sucede que hay días en que escribo.

sábado, 1 de octubre de 2011

Muéranse todos y seamos inmortales.

¿Y si muriéramos todos?
Así, de una, si muriéramos y las calles se vistieran de sangre oscura
y los gritos se enterraran entre escombros podridos
y ya no existiera nadie para ver madres llorando y reclamando
por algún hijo perdido y nadie escuchara sirenas urgentes
y teléfonos sonando y en definitiva ya no haya muerte,
porque qué es la muerte sino una ausencia
y qué es una ausencia
si nadie la siente.

martes, 13 de septiembre de 2011

Recortes muertos 13

Nada quedó de esa tarde
en que el rumor de la lluvia
se llevó el mundo lejos
y nos dejó solos
con la vida en los labios

Recortes muertos 12

para saborear otro día
había que sobrevivir
a esta noche negra
de miedo a abrir los ojos,
a no abrirlos.

Tierra

Te pregunto por qué te estás yendo

y me respondés que no,

que vos no te vas a ningún lado.


Las puntas de mis dedos

buscan con urgencia las tuyas,

no las encuentran.

No entiendo nada

y mis gritos

no te alcanzan.

Te pregunto de nuevo

casi en un susurro

por qué te estás yendo,

pero creo que no me oís,

que estás muy lejos

y me duelen las palabras

que no digo.

Te veo desplomada

llorando

y acompaño el llanto

furioso

y comprendo

y te pregunto

por qué me estoy yendo.

Recortes muertos 11

Escribo y florece la idea.
Primero como un hilo muy tenue
-casi inperceptible-,
después estalla rabiosa.

Estalla la palabra y la mente
se vuelve un animal gigantezco,
feroz ante la urgencia
por abarcarlo todo.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Recortes muertos 10

Tomó mi mano,
y sin saberlo
ya me había tomado entero.

Recortes muertos 09

Desearía que mis versos
te hablen como el silencio,
que penetren profundo
y no resbalen sobre tu piel
como esta lluvia.

Recortes muertos 08

Entre los silencios que formaron en mis palabras se ocultó limpio tu nombre.

Fue entonces cuando supe que él dividiría mis labios
por última vez.

Recortes muertos 07

Por eso partí a buscarme
para no encontrarme acá
cuando regrese.

Recortes muertos 06

Tener la destreza de tapar
muy cuidadosamente, con un pulgar,
el pájaro en el aire
y llegar a ver así
el silencio de su vuelo.

Recortes muertos 05

¿Qué hace el cielo despierto
a estas horas de la madrugada?
O quizás confundo
otra vez
mi oscuridad con noche.

Recortes muertos 04

¿Cómo acariciar tu risa
entre todo el viento
y ruido que nos mata?

Recortes muertos 03

El sol se detuvo
por un momento en tus ojos,
pude verlo entonces:
yo no era el único
que intentaba negar la noche.

Recortes muertos 02

Con la sutileza de un pétalo
que se descubre al sol,
yo también me abrí, para que veas
que nunca hubo nada para ver.

Recortes muertos 01

Recuerdo que esa noche nos agarró la lluvia,
y hasta tuvimos que dejar la casa
para no mojarnos.

Acá adentro.

Vivo dentro de mi mente,
en este hueco que yo mismo cavé,
porque si uno no anda no puede tropezar,
por eso estoy en este lugar,
acurrucado,
y veo, y tiemblo, y lloro,
hace frío acá, ¿sabés?

Hace tiempo que me resigné,
no se cuánto,
pero me quedo quieto,
ya que afuera,el piso es de lava,
como cuando eramos chicos.

Me pregunto si aún lo seré,
está todo tan oscuro...

Los recuerdos me atormentan,
la sangre y las lagrimas se amigan
y juegan carreras en mi cara,
y mueren al tocar el suelo
si es que hay alguno.

Me paro y camino (creo),
doy un paso y la caída
me presenta un suelo distinto,
las rodillas se pelan y exhiben carne,
un gemido golpeó el silencio.
Vuelvo a mi hueco,
y veo, y tiemblo, y lloro,
hace frío acá, ¿sabés?